El factor adictivo del cannabis es una de las mayores preocupaciones para la salud pública y el argumento por excelencia utilizado para justificar su prohibición, normalizada y aceptada gracias en parte a su tratamiento mediático.
Las premisas negativas se afianzaron incluso con contribución de las instituciones educativas. A pesar del descubrimiento del Sistema Endocannabinoide y sus implicaciones en la salud, las Facultades de Medicina no han incorporado información relevante a este complejo sistema de comunicación molecular; por el contrario, se trata como sustancia de abuso, con riesgos altos de adicción y carente de valor terapéutico. La FDA cataloga a los cannabinoides en el Grupo I de sustancias reguladas.